Porque aquí no vienes solo a comer. Vienes a sentirte como en casa, pero con platos que no te haces ni loco un domingo. Porque no tiramos de congelador ni de excusas. Aquí lo que se cocina es de verdad. Producto fresco, recetas con historia y sabores que te dejan pensando en volver antes de pagar la cuenta. No hacemos magia, hacemos las cosas como se tienen que hacer: con tiempo, con cariño y sin mariconadas. Atendemos como nos gusta que nos atiendan. Con una sonrisa, sí, pero también con agilidad, con respeto y sabiendo lo que hay. Por eso la gente repite. Por eso nos recomiendan. Porque cuando vienes, lo notas. Y cuando te vas, ya estás pensando en la próxima. Así de claro. Así de simple.
Aquí no hay un logo bonito y una historia inventada. Aquí estoy yo, Juan, el de toda la vida. El que aprendió a cocinar viendo a su abuela remover el puchero sin mirar, como si lo llevara en la sangre. Abrí este restaurante porque me cansé de comer fuera y salir con la sensación de que me habían tomado el pelo. Porque echo de menos la comida que huele a hogar, que no va con prisas, que se hace con ganas. Y porque creo, de verdad, que comer bien no debería ser un lujo ni un juego de apariencias.
Aquí se cocina como en casa, pero con el respeto que merece cada persona que se sienta en nuestra mesa. No busco estrellas Michelin. Busco que te vayas diciendo: “Así sí”. Que te sientas cuidado. Que comas con gusto. Y que vuelvas, no por costumbre, sino porque algo aquí te ha tocado. Esto no es un negocio. Es mi forma de vivir. Y eso se nota en cada plato.
No hace falta brújula. Estás a un clic de sentarte donde se come como Dios manda. Aquí te esperamos con el fuego encendido y el pan recién cortado.
Dirección: C. del rio duero,55, 05004 Ávila
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Horario: L a V 6:30-22:00 | Sábados 7:30-15:00 | Domingos cerrado